viernes, 23 de enero de 2015

El retorno: El Libro de Cama....

Y por terminar enero de este refulgente 2015,
no puedo prolongar dejando pasar...

Si, he escrito... por si lo dudaba mi fiel lector pirata....
solo que de manera privada, introspectiva, lasciva, vomitosa, Magdalena, letal, airosa, voraz, curiosa, loca, recurrente-ocurrente, feliz, doliente, recompuesta, compuesta, dispuesta,  afanosa, es decir: íntima.
Hay veces que no atino a recuperar el aliento cuando ya estoy en otra cosa. 
Este viaje tuvo sus propios motivos, su alegría, solidaridad, divertimento y también lo inesperado...
El disfrute, al lado del sitio oscuro de un accidente insulso del que me he ido recuperando de a poco...

La ida al mar me hizo bien, transitar por la playa del brazo de mi padre, romper olas con mis hermanos, beber hasta volver el estómago! Hacer confidencias con mi madre, cocinar, reír y cantar... Escuchar bramar las olas mascullando Todos mis nombres... aguzar la mirada frente a la belleza y notoria juventud de mi sobrino. Sorprenderme  como si fuera continuamente la primera vez…  centellar en la noche y amanecer en la luminiscencia de la que se mira al espejo y se quiere… mirarse también, a través de otros ojos, y saberse amada.

Estar en paz y en familia, un código nuevo para esta "piratilla", que se va reconstruyendo, que ya soltó y dejó ir…


Te quiero, Juan.