viernes, 30 de mayo de 2014

Cuando de pronto ese giro que inconsciente fuiste arando, pasa..... donde sin querer -más bien deseando que suceda-, ocurre... hay acomodos.

Va por ahí el estilito de las dos últimas semanas. Millares de pequeñas y atorrantes luciérnagas han poblado mi espalda baja, un montoncito de catarinas enchincharon el estómago tres, y cuatro días con hoy... (empero queda un par enamoradizo retorciéndome las tripas).
Luego un grupito de hormigas, de esas que uno cree inofensivas, y claro que no! esas mendigas, hicieron nido en el cerebelo... con escrupulosa persistencia, voy mitigando su marcha: árnica no falla.

Con este viernes presuroso, estoy sacudiendo sábanas, tirando tenis . Enmarcando mi rostro con dos fabulosos puentes, cuatro prendas imprescindibles y Un libro más! 

Después de los movimientos telúricos, vienen los acomodos, los asentamientos...

Respirar hoooondo, como en el cante jondo, modulando no solo la voz, sino las preguntas.
Hace un mes, me agobiaban, me quitaban tanto, que solo pendía de mis rutinas, como para no caer al lodo, o al abismo.

Abajo-arriba-Arriba, dentro-Fuera... 
Quebramos el huevo, mientras la piel se regenera, se pule, se engarza. Un par de deditos toqueteándonos, jugoseándonos, nos miran en el espejo: los que eramos, los que somos. 

Tenis nuevos, 
corazones rebosantes, 
campo intacto, 
mientras ella viene...








1 comentario:

juanburgana@gmail.com dijo...

DULCES PALABRAS,PENSAMIENTOS REFLESIVOS. :-)LECTURA CERCANA.GRACIAS.