jueves, 18 de diciembre de 2014

....

No, ella fumaba en el trabajo ni por error -horror!-.
Rememorando, sí, la Lic. Limón lo hacía en el Planeta Plastonium a la hora de la comida, o cuando las presiones laborales la hacían llorar (si, a quién engaña, también se encerró varias veces a lagrimear la frustración en el baño de su antigua oficina)...

Ella-no-fumaba! Ahora trae constante el estómago pegado a las tripas, el sollozo contenido en las pestañas, párpados, anteojos....
¿Qué le pasa a Bereniza? ¿qué le sucede a Marfila, que fuuuuuma... fuma!

El gimnasio se olvidó hace casi cuatro meses... a pesar del hambre, tiene con poco, y solo en el propósito de evitar la gastritis... cada día toma omeprazol.
Cuando llega a casa, es como una extranjera. Cocina poco, duerme poco, come poco, fuma mucho.

Los caminos del diario los hace con fastidio y tristeza. Por las mañanas quiere escapar en el frío diciembre.
Hurts! el corazón partido en el deber ser y el ser. Solita se recorta los sueños, como quien rasga papel de un tajo. Las ojeras pronuncian pesadillas de noches anteriores.

El desapego, el soltar, el dejar...
Será que la angustia la apacigua con cigarros continuos, que liberan los malos pensamientos, la soledad, el futuro incierto, el miedo, la cobardía, el desacato...???

Hay días malos, y días mejores.

La sonrisa pende por el momento de un cigarro encendido, de la adrenalina maltrecha, del palpitar nervioso en los dedos, y la espera a que sucedan los milagros.

Aún con lo anterior, aferrándose a las muestras de cariño que no cesan, hace falta la mitad del corazón que se ha perdido.

Tiempo. Valor y tiempo. Como Valiente, se va asiendo del arco y la flecha, para defender el sueño tácito del que viene. A punto de caer, en el precipicio, aprieta los puños lanzando la utopía por delante.

La magia existe. Debe existir... Ella, la Papisa, tendrá nuevo reino, nueva luna, nuevo cielo, nueva vida.

No será derrotada, no quemarán lo que queda de ella. Aún con la garganta apretada, gritará en su victoria ser de ella misma, de nadie más.


No hay comentarios: