Juan Carlos Onetti. "Cuando ya no importe".
"Una patada en el orto", diría mi amiga María.
Eso mismo y lo que decaiga de la cólera, el regodeo y el
prurito que desazona al amor.
Desde fuera, mimo -como a mi gato- la legalidad.
Creo en el que me mira a los ojos y sin decir más, me ama.
Creo en la carcajada perenne y en el llanto conquistado. Creo en el arrumaco lerdo,
casi miedoso; en la caricia adulta y su beso adolescente; creo en él y creo en nosotros.
La vida con sus venenos, hay que parirla cada noche y
resistirla en la quietud de las mañanas.
Amar sin cerrojos, pero forjando la llave.
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